top of page

Procrastinación: El enemigo silencioso que sabotea tus días.

¿Alguna vez has sentido que el día se te fue sin lograr lo que realmente querías hacer?

Tal vez comenzaste con la intención de terminar ese reporte, limpiar esa parte olvidada de la casa o avanzar con ese proyecto personal que tanto te emociona… pero entre pendientes, distracciones y agotamiento, se te fue el día. Y lo peor: te fuiste a dormir con esa sensación incómoda de frustración.


Bienvenida al mundo de la procrastinación. Y no, no estás sola.


¿Qué es la procrastinación y por qué es tan peligrosa para mujeres como nosotras con muchas responsabilidades?


Procrastinar no es simplemente "dejar cosas para después". Es una forma de autoengaño. Nos convencemos de que hay tiempo, de que "ahora no es el mejor momento", de que mañana tendremos más energía o claridad. Pero ese mañana rara vez llega como lo imaginamos.


Para nosotras donde debemos equilibrar entre trabajo, hijos, familia, hogar y vida personal, la procrastinación puede convertirse en un enemigo silencioso que afecta muchos aspectos de nuestra vida; no solo retrasa nuestras tareas y actividades diarias, sino también retrasa nuestros sueños.


¿Por qué procrastinamos?

Porque estamos agotadas. Cuando todo el día estás al servicio de otros, tu cerebro busca momentos de escape, no de exigencia.


Porque sentimos miedo. A veces evitamos tareas importantes porque nos da miedo no hacerlas perfectas.


Porque nos abrumamos. Una lista de pendientes infinita paraliza. No sabemos por dónde empezar.


Porque nos faltan límites. Decimos que sí a todo… y dejamos nuestras prioridades para lo último.

¿por qué procrastinamos?

¿Cómo empezar a vencerla?

Aquí no se trata de lograr una productividad tóxica ni de volverse una máquina de hacer cosas. Se trata de reconectar contigo y con lo que realmente importa. Algunos pasos clave:


Haz una sola cosa importante cada día. Si el día se complica, al menos una tarea significativa estará hecha.


Divide las tareas grandes en pequeñas. Es más fácil avanzar cuando no todo parece un Everest.


Ponle fecha a tus metas. Si no tiene fecha, se queda en "algún día", y ese día no está en el calendario.


Crea tus propios rituales. Tal vez necesitas 10 minutos de silencio, un café, o escribir tus pendientes para entrar en foco.


Sé compasiva contigo. Culparte no sirve. Observarte con amabilidad y volver a empezar, sí.


Procrastinar no te hace floja. Te hace humana. Pero puedes aprender a manejarlo.

Tú no tienes que estar siempre en modo productivo, pero sí mereces avanzar hacia lo que te importa sin que el autosabotaje te frene.

Recuerda: cada pequeño paso cuenta. No subestimes el poder de hacer algo hoy, por pequeño que sea.

Comentários


bottom of page