¿Alguna vez te has sentido abrumada porque no te alcanza el tiempo? ¿Sientes que no encuentras equilibrio entre los diferentes roles y las responsabilidades que tenemos? Créeme no estás sola, todas nos enfrentamos a este reto todos los días; sin embargo, existe una manera sencilla y eficaz de lograr ese equilibrio y se llama: la regla 8+8+8.
La regla 8+8+8 es una técnica de gestión del tiempo que te ayuda a distribuir tu día en tres partes iguales: 8 horas de trabajo productivo, 8 horas de sueño reparador y 8 horas de actividades de cuidado personal. La idea es que al distribuir tu tiempo sabiamente, puedes mejorar tu productividad, salud y bienestar.
8 horas de trabajo productivo: Esto es dedicarle 8 horas diarias a tus objetivos profesionales, ya sea en tu trabajo, o que trabajes en forma independiente, o que seas ama de casa; esas horas son para tu trabajo productivo. Si tenemos ese enfoque, logramos obtener mejores resultados en nuestros objetivos; pero para que esto funcione, debemos evitar las distracciones, la procrastinación y el estrés innecesario.
8 horas de sueño reparador: Esto quiere decir descansar y recuperar el cuerpo y la mente. Si duermes 8 horas por la noche, mejoras tu salud física, mental, tu estado de ánimo y niveles de energía. Para lograr esto, es necesario que adoptes una rutina del sueño, como dejar de usar pantallas al menos 30 min antes de acostarte, no tomar café después de las 5pm, así como evitar desvelarse.
8 horas de actividades de cuidado personal: Esto es dedicarle tiempo a las cosas que nos hacen felices, que nos den alegría, que beneficien nuestro crecimiento y bienestar. Estas horas de ocio las podemos dividir en varias categorías y nos ayudan a mantener un equilibrio en nuestra vida.
En la primera categoría está la familia, amigos y fe, estas personas y creencias que te apoyan y te inspiran, que son tu soporte. En la segunda categoría está salud, higiene y pasatiempos, son las actividades que mejoran tu bienestar físico y mental. Y por último, la categoría del alma, servicio y sonrisa, que son las acciones que nutren nuestra paz interior y felicidad.
Si te das cuenta, la regla 8+8+8 no es una fórmula rígida que deba seguirse al pie de la letra. Es una pauta flexible que te puede ayudar a organizarte y dar prioridad a lo que realmente importa. La clave es encontrar el equilibrio adecuado entre trabajo, sueño y ocio.
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