Cuando hablamos de organización, existen varias técnicas que nos ayudan a estructurar mejor nuestro tiempo, como la regla 8+8+8 y la regla de los 15 minutos. Esta última, consiste en dedicar intervalos de 15 minutos a una tarea o actividad para hacer progresos sin sentirte abrumada.
Es muy fácil ponerla en práctica, sólo debes considerar los siguientes puntos:
Dividir tareas grandes en bloques manejables: Si tienes una tarea que parece interminable, divídela en segmentos de 15 minutos. Al enfocarte en pequeños intervalos, reduces la procrastinación y haces avances sin agotarte.
Foco intenso por 15 minutos: Dedica 15 minutos a una sola tarea, eliminando distracciones. Aunque el tiempo parece corto, lograrás un progreso considerable, especialmente en tareas que requieren concentración.
Descansos programados: La regla puede aplicarse para pausas. Tras completar un bloque de 15 minutos de trabajo intenso, tómate un pequeño descanso. Esto ayuda a mantener la energía y la concentración a lo largo del día.
Para empezar tareas difíciles: Muchas veces, el reto está en empezar. Si una tarea te parece compleja o abrumadora, comprométete a trabajar en ella solo 15 minutos. Es probable que, una vez que comiences, encuentres motivación para seguir avanzando.
Organizar rápidamente el espacio o tareas pendientes: Dedica solo 15 minutos a tareas de organización o limpieza. Puedes sorprenderte de cuánto puedes lograr y sentir el impulso de seguir organizando otras áreas.
Ahora bien, seguramente te estás preguntando ¿cómo puedo aplicarla en mi vida?, no te preocupes, aquí te comparto algunos ejemplos prácticos de cómo hacerlo.
Estudio o lectura: Si tienes mucho material que estudiar o leer, dedica 15 minutos intensos a un tema específico. Al final del tiempo, decide si quieres seguir o cambiar de tema, pero el compromiso inicial será solo ese cuarto de hora.
Limpieza del hogar: Dedica 15 minutos a ordenar una habitación o área específica, como el escritorio o la cocina. Al dividirlo en bloques, evitarás que se sienta como una tarea interminable y, poco a poco, podrás organizar toda la casa.
Ejercicio físico: Si te cuesta dedicar tiempo al ejercicio, empieza con solo 15 minutos al día. Puedes hacer una rutina corta de cardio, estiramientos o fuerza. Con el tiempo, quizás te animes a ampliar la duración.
Organización de tareas pendientes: Usa 15 minutos al inicio del día para revisar tus pendientes y organizar tu lista de tareas. Este pequeño intervalo puede ayudarte a establecer prioridades y mantenerte enfocado.
Despejar el correo electrónico: Dedica 15 minutos a revisar y organizar tu bandeja de entrada. Borra correos innecesarios, responde a los urgentes y archiva los que quieras conservar. Con el tiempo, tu bandeja estará mucho más ordenada.
Mejorar una habilidad: Si estás aprendiendo algo nuevo (como un instrumento o un idioma), practicar por 15 minutos cada día te permitirá progresar sin que te resulte abrumador.
Meditar o practicar mindfulness: Dedica 15 minutos a una práctica de mindfulness o meditación. Esto te ayudará a reducir el estrés y mantenerte enfocado durante el resto del día.
Crear ideas o planear proyectos: Si tienes una idea o proyecto en mente, dedica 15 minutos a hacer una lluvia de ideas o a planificar los pasos iniciales. Este tiempo limitado evita que te sientas abrumado y te ayuda a mantener el entusiasmo.
Como podrás darte cuenta, aplicar esta regla de organización es una excelente manera de aprovechar mejor tu tiempo sin desgastarse. Estoy segura que te ayudará a progresar en distintas áreas y en tus pendientes.
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